lunes, 25 de junio de 2012

Advertencia.

Si algún día llegarás a leer esto podrías darte cuenta que, a todo momento, yo te pienso. Qué no importa el tiempo, ni las palabras dichas o los discursos preparados, a pesar de todo, tú tienes un lugar aquí adentro.
Y podría estar en otros brazos, besándo otros labios, siendo feliz en otra parte; sin embargo mi lugar siempre será el tuyo, a tu lado.
Debo advertirte que es momento de seguir mi rumbo, de descubrir nuevas cosas y abrir nuevos caminos, pero prometo dejar siempre la puerta emparejada, para que no te cuesto entrar de nuevo en mi mundo. Que ha sido tuyo durante tanto, y que ha luchado por no dejarte salir de él.
Sé que es así como deben ser las cosas, por tú bien, pero sobretodo, por el mío. Y si en algún momento quieres quedarte, prometo que una parte de mis sueños siempre estarán en tu dirección, para que, cuando de veras te decidas; puedas tomarlos todos juntos y llevarlos contigo a donde quieras.


Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida.
Mario Benedetti. 

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