Espero que jamás te quieran como yo.
Espero no vuelvas a reír como lo hacías conmigo, espero no vuelvas a pedir una bebida de nombre raro en un café sin recordarme, espero no vuelvas a ver los andenes de otra forma que no sea cómo los veías tomado de mi mano, espero que te prometan cosas que no sean ciertas, que te quieran mal, que no sepan acariciar tu cabello cuando estás cansado, que no valoren tu preocupación por los demás, que odien tu compulsiva manera de fumar.
Espero que mi nombre roce tu boca en plena madrugada, que no puedas dejar de verme en sueños. que mientras mires los ojos de otras no puedas más que verme a mí, desear que sea yo quién escuche tus manías, que jamás salgas de la rutina, que te coma la costumbre, que agoten tu paciencia, que no sepan escucharte, que te arrepientas una y mil veces de que no sea yo quién duerma a tu lado, que jamás te deseen los buenos días, o las buenas noches, o los buenos lo que sea.
Espero que no encuentres a alguien que sea lo suficientemente inteligente para borrar mi recuerdo, que cada noche desees saber de mis días, que te mate el saber que puedo ser de alguien más, que en cada piel veas la mía, que vayas por la calle buscando mi mirada, deseando que me cruce de nuevo en tu vida, otra vez por casualidad; espero que no encuentres a nadie que sepa besarte hasta el alma.
Espero que nadie sea huracán en ti, que el hubiera te consuma por dentro, que siempre todo te sepa a despedida, que no dejes de querer volver, y que cuando por fin lo hagas, no me encuentres.
