viernes, 24 de enero de 2014

Nada

Algunas de tus palabras se parecen tanto a las mías en ocasiones, me gusta pensar que de cierta manera un poco de mí se quedo en ti.

No creas que escribo para reprocharte algo, de cualquier forma de poco serviría, lo hago a manera de desahogo. Lo hago para sacarte, para escupirte de mi mente, de mi alma, para sacarte para siempre. Sé que he intentado despedirme millones de veces, y millones de veces he regresado haciendo como si todo lo anterior jamás hubiera pasado.

Como si cada palabra dicha por ti no me hubiera hundido más, cada vez un poco más. Como si no hubieras destruído de un golpe todos los castillos que ilusamente construí para los dos; como si no me hubieras roto millones de veces, cada vez que hacías una aparición, con sólo sonreír o besar mi frente.

Y sabes amor, ya no dueles ni un poquito, ni siquiera la nostalgia se apodera de mí, y eso me entristece. Siempre quise atesorarte en mi memoria, guardarte como algo sagrado; pero termine asqueada de tu formas, de todo eso que amaba, que en algún punto llegue a odiarte por lo que me estabas haciendo, pero sobre todo por lo que me estaba haciendo a mí misma. Tratando siempre de seguirte como un astro con traslación propia alrededor tuyo. Que me odio más a mí de lo que algún día podría llegar a odiarte. 

Y cuando dije que no quería escuchar tus historias, lo dije de veras, no quiero escuhar de tu vida, ni de tus historias con otras personas, no quiero que me cuentes de ti, no quiero saber de ti. No de forma temporal, de forma permanente.

No puedo perdonarte, no puedo perdonarte por dejarme morir, por dejarnos morir, y sé que es muy tonto querer culparte de nuestras fallas, cuando la culpa fue mía en su mayoría; pero sé que siempre pudiste hacer un poco más, pudiste haberlo intentado. No lo quisiste, nunca entenderé el por qué. Y no crea que pueda perdonartelo. Ni perdonar todo esos "te amo" que no fueron ciertos, todas tus maneras de no dejarme ir cuando quería hacerlo, tus miles de formas de enredarte eternamente en mi mano, para que al final todo terminará en nada.

Nada.

La palabra para describir esto, para describirnos, ¿Cómo puede caber tanto dentro de nada? ¿Cómo pudimos reducirnos a nada? Después de que fuiste todo.

Pero llego el momento de despedirse, de  sacar las maletas, porque el día que me sacaste de tu vida, con esa manera tan tuya, incluso un poco cruel, ese día yo también te saqué de la mía, ese día cerré las puertas con un millón de candados para que jamás puedas abrirlas, ni tú, y mucho menos yo.

Y si aún me queda una promesa por hacerte, es la de no regresar a ti, no sólo por un tiempo como planeas, sino para siempre. Ya no tengo fuerzas para hacer esto una vez más. Ya no puedo. 

Sé feliz amor, y por favor no vuelvas.


jueves, 23 de enero de 2014

Antes de tiempo.

Es aún pronto para anunciar tu llegada, pero estás llegando, y estás llegando con todo y maletas, con la amenaza de quedarte. Llegas abriendo ventanas, barriendo el polvo acumulado, dejas entrar la luz donde antes todo era obscuridad. Y te instalas poco a poco, sin grandes bienvenidas, de una manera muy sutil te quedas en cada cuarto, en cada risa, en cada suspiro.
Y qué bueno que vienes, que te quedas de a poco, que me sacudes por completo.
Porque es aún un poco pronto para decirlo, pero estás llegando, te siento llegar y no podría ser más feliz. 

martes, 7 de enero de 2014

Somos aire.

Sé que no es el momento adecuado, pero han sucedido tantas cosas a una velocidad tan impresionante que necesitaba un respiro, ya no escribo con tanta frecuencia como antes, no sé si por falta de inspiración o tiempo, porque ganas siempre hay. 

La vida es un suspiro, algo que un día llega y al otro se va, como todo, seguro me dirás; pero estamos tan concentrados en otras cosas que parece que ese pequeño gran detalle, no importa. Y de repente te encuentras en medio de una situación que te hace pensar, que hace que te des cuenta de lo importante que es decir esas cosas que parecen importantes. 

Recuerdo que alguna vez veía con mi papa esa película que decía que iba a cambiar mi vida "Nunca te vayas sin decir te quiero", ¿Has pensado la importancia de esa frase? Sé que siempre lo hago, nunca me despido sin antes decir te quiero o cuídate, algo. Pero a veces se me olvida lo importante que podría ser ese insignificante detalle.

Y si un día ya no estuviera más, si tuviera la seguridad de que ya no volveré a ver a las personas que amo ¿Qué es lo que haría?, ¿A quién llamaría primero?, ¿A quién no llamaría?, ¿Qué cosas callaría?
De algo estoy segura, si supiera que no te volvería a ver nunca más, te diría todo lo que nunca te dije por miedo a tu reacción, te diría todo lo que sentí, lo que no sentí, como cada despedida me fue doliendo cada vez menos, diría todo lo que cambiaste en mí, cómo me hiciste ser mejor, para que siempre me vieras como alguien con quién algún día querrías estar en serio, te entregaría todas las cartas y demás estupideces que escribí para ti; porque de sobra sabes que soy mejor escribiendo que hablando. 

No me callaría nada, y sé que es lo más cobarde del mundo, pero así somos las personas, cobardes. Siempre dejando todo para el último momento, cuando ya nada se puede hacer. Seguro es por eso que estamos como estamos.

Y si fuera a la inversa, si supieras que no volverás a verme nunca más, ¿Me dirías todo aquello que nunca me dijiste? Todo lo que sentiste, todo lo que callaste por miedo a lastimarme o a ilusionarme de más, ¿me besarías por última vez, como si fuera la primera?, ¿Harías eso por mí?

No sé si así sería, me gusta creer que sí, me gusta creer que a veces te tomas el tiempo de leer mis tonterías, aunque sé que sí, y tratas de descifrar cuáles hablan de ti. Ya no me da miedo decirlo, porque en el fondo lo sabes. Y a veces quisiera saber si has hecho algo por mí, si me has plasmado en algo de la forma en la que yo lo hago, no vas a decírmelo, ya lo sé.

Pero de algo estoy segura, si supiera cuando tendré que partir serías de las primeras personas a las que llamaría y hablaría por horas y horas. 

Y esta vez, por primera y última vez, no callaría nada.