Las tardes de octubre son tuyas,
en ellas estamos nosotros,
está nuestra historia
y sus consecuencias.
Las tardes de Octubre son tuyas,
en ellas escondo tu mirada,
tu sonrisa traviesa
y mi manera de temblar.
Las tardes de Octubre son tuyas,
las noches me rehúso a dártelas.
En ellas guardo todo lo que dijimos,
y también lo que callamos.
Las tardes de Octubre son tuyas,
las convertí en un tesoro,
en ellas están lo que fuimos
y todo lo que no quisimos ser.
Porque cada Octubre te recuerdo,
y te conozco y desconozco.
Porque cada Octubre, aunque pese,
te vuelvo a querer.