lunes, 23 de junio de 2014

Cumpleaños feliz.

No me gustan mis cumpleaños, lo he dicho un millón de veces. 
No me gusta sentir que envejezco, no me gusta sentirme mayor, quiero tener el síndrome forever young el mayor tiempo posible. No me gusta sentirme más vieja, no me gusta pensar en cómo festejar mi cumpleaños, la mayoría de mis fiestas de cumpleaños han sido un total desastre. No quiero poner cara de noséqué cuando me cantan las mañanitas, no me gusta llorar cada año con la carta de cumpleaños de papá o de mamá, o de quién sea. Sin embargo, ya se acerca mi cumpleaños y ya empiezan a preguntarme cómo lo fetejaré, eso es sin duda lo que más me atormenta de mi cunpleaños. Este año fue muy malo, muchísimo, sólo quiero dejar mis 20 ir, veinte, carajo. 
Pero respondiéndo tu pregunta, te dejaré una lista de los posibles regalos que quisiera de cumpleaños:

-Una libreta de esas con hojas antiguas
-Una máquina de escribir.
-Un girasol.
-Plumas de punto fino, de esas que usan los viejitos y tiene la tinta súper líquida.
-Un salto en paracaídas.
-Dos boletos para un concierto.
-Un café. Nunca me invitan en mi cumpleaños un café.

Pero sobre todo, y por favor, quiero dejar de cumplir años.

lunes, 9 de junio de 2014

Nunca digas nunca.

- ¿Siempre me querrás? 
- Te querré por siempre.
- ¿Prometes que no dejarás de quererme?
- NUNCA

Nunca es una palabra demasiado fuerte, demasiado comprometedora; quién promete un nunca, está prometiendo un por siempre en negativo. 

Y los por siempre durán demasiado.

Quien promete un nunca se está condenando a sentir, o dejar de sentir, de la misma manera por el resto de sus días; incluso después de eso. Quien promete un nunca rompe un pacto de por vida, por eso los por siempre, igual que los nunca, son promesas especiales, son promesas que no se hacen a menudo ni a cualquiera. 

¿Por qué las personas prefieren decir por siempre a decir nunca? ¿Por qué un por siempre es más bello que un nunca?  Si te das cuenta, los nunca son un por siempre en negativa.

Y nunca debes decir nunca.