lunes, 9 de junio de 2014

Nunca digas nunca.

- ¿Siempre me querrás? 
- Te querré por siempre.
- ¿Prometes que no dejarás de quererme?
- NUNCA

Nunca es una palabra demasiado fuerte, demasiado comprometedora; quién promete un nunca, está prometiendo un por siempre en negativo. 

Y los por siempre durán demasiado.

Quien promete un nunca se está condenando a sentir, o dejar de sentir, de la misma manera por el resto de sus días; incluso después de eso. Quien promete un nunca rompe un pacto de por vida, por eso los por siempre, igual que los nunca, son promesas especiales, son promesas que no se hacen a menudo ni a cualquiera. 

¿Por qué las personas prefieren decir por siempre a decir nunca? ¿Por qué un por siempre es más bello que un nunca?  Si te das cuenta, los nunca son un por siempre en negativa.

Y nunca debes decir nunca. 

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