miércoles, 19 de abril de 2017

La historia de cuando el tiempo dejó de funcionar.




El tiempo se ha detenido 
Pero está vez fue diferente
Dejo de detenerse en tu mirada
Para hacerlo en la herida. 

Se detuvo en el beso que no era para mi boca,
En esa caricia que no era para mi piel,
En esa imagen de tu cuerpo durmiendo con un cuerpo que no era mío. 

El tiempo simplemente se detuvo,
En tus palabras rotas,
En tus te amo inciertos,
En tus millones de dudas, 
En las lágrimas que no pudiste secarme.

El tiempo se detuvo en el crujir de mi corazón cuando me dejaste, 
En el rumbo que se me perdió cuando me convertí en todo eso que juré no ser,
Y tu mirada perdida no fue suficiente para calmar todo este dolor. 

El tiempo se detuvo en el miedo 
A no saber qué hacer sin tu voz
A sentirme perdida si tu mano no va de la mía
Pero no te preocupes, amor, 
el tiempo también volverá a dar marcha.

Y recorreré el camino que he tomado cada vez que huyes,
Esperando que está vez sea la última,
Y escucharé nuestra canción favorita de Andrés sin que tenga significado,
Y haré las cosas sin contártelas. 

Los zorros dejaran de ser animales australianos para convertirse en lobos,
Y estas enfermas ganas de tenerte a mi lado se volverán cenizas. 

El tiempo tal vez, un día, se detenga en nuestra historia,
Se quede en el recuerdo, 
Y si es así, espero me recuerdes sin estar así de rota
Que te acuerdes de mi risa,
De mi manera de mirarte.
De amarte.

Y espero que el tiempo un día,
Borre todo este vacío
Me deje con lo bueno,
Pero de no ser así,
No temas, cielo, a que los días borren tu memoria.

En algún punto del universo,
El tiempo no podrá olvidarnos.