viernes, 18 de mayo de 2012

Pau ( o la historia de cuando solía ser "popular").

Ayer me acordé de Pau, tenía unos chinos rebeldes y una sonrisa encantadora; solíamos cantar  "Millionaire" al caminar hacía  el parque cercano a la secundaria, después de terminar clases.
Recordé a su perro, se llamaba Max, y roncaba más de lo que un perro debería roncar, recordé aquella pijamada en su casa donde hablamos de lo que las niñas no deben hablar y escuchamos juntas cosas para las que nadie, nunca, esta preparado para escuchar.
Ayer me acordé de Pau, no sé el por qué, tal vez fue porque regresé a ese parque, hacía uno o dos años que no pasaba por ahí, no me atreví a ver si aquél árbol aún tenía nuestros nombres; el de Pau, el mío, el de las demás, hace tanto que no se de ellas.
Sólo se que ayer me acordé de Pau, vi una foto en su perfil, ya no tenía sus chinos. 
Sentí nostalgia, recordé el día que se fue, me dio un girasol, yo no le di nada, después se marchó. La última única vez que la volví a ver fue un año después de su partida, su cabello era lacio, casi como el mío.
Después de que ella se fue las demás y yo no volvimos a estar juntas; no de esa manera, no como esa noche. La partida de Pau fue como el fin de una era, nunca fuimos las mejores amigas, no tengo alguna foto con ella y después de  su partida nunca más volvimos a hablar.
Sólo se que ayer me acordé de Pau, y de su perro, y sus chinos, y los girasoles y lo feliz que me hacía pasar mis tardes con ella, con todas, después de la escuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario